Desde hace más de cuarenta años, nuestra familia cultiva con pasión y dedicación el amor por las plantas. Como una semilla que germina y crece vigorosamente, nuestro vivero ha florecido gracias a tres generaciones que han transmitido su experiencia y conocimiento.
La primera generación sentó las bases, seleccionando cuidadosamente las variedades más preciadas y experimentando con nuevas técnicas de cultivo. La segunda generación hizo florecer la empresa, ampliando el surtido y consolidando nuestra presencia en el territorio. Hoy, la tercera generación trae una brisa de novedad, introduciendo soluciones innovadoras y sostenibles. Pero lo que nos une es la misma pasión por lo verde.
Gracias a la pasión transmitida a nuestros hijos, podemos seguir creciendo y desarrollándonos, con el compromiso y la dedicación que nos caracteriza.